16 ODS: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas

A través de la iniciativa ‘Los ODS- 17 objetivos- 17 semanas en CEU Andalucía’, la Fundación refuerza su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible

SEVILLA (2020.10.08) Una semana más, la Fundación San Pablo Andalucía CEU apuesta por uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible -vinculados a la Agenda 2030- en el marco de su iniciativa “Los ODS, 17 objetivos- 17 semanas en CEU Andalucía”.

En esta ocasión se plantea el número 16 de los ODS, referido a la necesidad de promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.

Los ODS suponen una llamada de atención a todos para hacer posible un mundo mejor, impulsando proyectos que ayuden a mejorar la salud y el bienestar, la apuesta por una educación de calidad, el trabajo en condiciones favorables y el crecimiento económico, así como la reducción de las desigualdades y el consumo responsable. Junto a la finalidad y objetivos del número 16 de los ODS, se indican algunos aspectos relacionados con iniciativas de CEU Andalucía, que ya cuenta con una comunidad educativa de más de 4.200 personas -más de 33.000 de CEU a nivel nacional-. También se ofrecen algunas reflexiones del Papa Francisco, así como contenidos que emanan directamente de los documentos oficiales de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles vinculados con la Agenda 2030.  

CEU: Más de 80 años formando juristas

A través de sus centros educativos – Colegio CEU San Pablo Sevilla, Centro de Estudios Profesionales, Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU e Instituto de Posgrado-, CEU Andalucía mantiene e impulsa su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, defendiendo, entre otros aspectos, la importancia de promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas.

Imagen de archivo

CEU lleva más de 80 años formando juristas, profesionales comprometidos con el Derecho y con la justicia, con el bienestar social y el bien común. A través de su amplia oferta formativa en este área de conocimiento, ofrece estudios de grado universitario -en su Centro de Estudios Cardenal Spínola CEU-, y de posgrado -en su Instituto de Posgrado CEU- contando, en este último, con programas, expertos y másteres que combinan el derecho con otras disciplinas como el deporte, la empresa o las nuevas tecnologías.

A través de sus planes de estudio, responde a las exigencias de una sociedad que demanda profesionales responsables, que sean capaces de adaptarse a los cambios de forma rápida y polivalentes. Asimismo, y como una de las novedades de este curso, incorpora el Programa de Analista en Política Internacional, dotando así de las herramientas para saber contextualizar los acontecimientos actuales en un mundo cambiante e imprevisible, estando comprometidos con el objetivo de formar profesionales que, con su trabajo y buen hacer, sean capaces de promover una sociedad justa, pacífica e inclusiva, como recoge el Objetivo 16 de los ODS en su argumentario.

Asimismo, CEU Andalucía impulsa programas formativos en el ámbito de la seguridad –terrorismo, ciberseguridad, política de defensa internacional- preparando a los futuros perfiles profesionales en estas disciplinas y unido a la necesidad, sin duda, de valorar y promocionar la paz, en el marco de una sociedad pacífica.

El Papa Francisco, una palabra de vida 

Fuente: Vaticans News

En la reciente Encíclica del Papa Francisco “Fratelli Tutti” se plantean cuáles son los caminos concretos a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas, en la vida social, en la política y en las instituciones. La Encíclica promueve una aspiración mundial a la fraternidad y la amistad social. Tomando conciencia de que en un mundo globalizado e interconectado sólo podemos salvarnos juntos.

La fraternidad debe promoverse no sólo con palabras, sino con hechos. Hechos que se concreten en la “mejor política”, aquella que no está sujeta a los intereses de las finanzas, sino al servicio del bien común, capaz de poner en el centro la dignidad de cada ser humano y asegurar el trabajo a todos, para que cada uno pueda desarrollar sus propias capacidades.

El Papa Francisco insiste en que un mundo más justo se logra promoviendo la paz, que no es sólo la ausencia de guerra, sino una verdadera obra “artesanal” que implica a todos. Ligadas a la verdad, la paz y la reconciliación deben ser “proactivas”, apuntando a la justicia a través del diálogo, en nombre del desarrollo recíproco.

Según plantea el Papa en la Encíclica, una sociedad fraternal será aquella que promueve la educación para el diálogo con el fin de derrotar al “virus del individualismo radical” (105) y permite que todos den lo mejor de sí mismos. El derecho a vivir con dignidad no puede ser negado a nadie, dice el Papa, y como los derechos no tienen fronteras, nadie puede quedar excluido, independientemente de donde haya nacido (121). Desde este punto de vista, el Papa recuerda también que hay que pensar en “una ética de las relaciones internacionales” (126).

Francisco insiste también en la necesidad de valorar y promocionar la paz, que está ligada a la verdad, la justicia y la misericordia. La paz tiene como objetivo formar una sociedad basada en el servicio a los demás y en la búsqueda de la reconciliación y el desarrollo mutuo (227-229).

Fratelli Tutti finaliza con un capítulo dedicado a “Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo” y reitera que la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas, sino en sus deformaciones. Francisco insiste que es posible un camino de paz entre las religiones y que, por lo tanto, es necesario garantizar la libertad religiosa, un derecho humano fundamental para todos los creyentes (279). Respecto al papel de la Iglesia indica que no relega su misión a la esfera privada, no está al margen de la sociedad y, aunque no hace política, no renuncia a la dimensión política de la existencia. Por todo ello, la atención al bien común y la preocupación por el desarrollo humano integral, de hecho, conciernen a la humanidad y todo lo que es humano concierne a la Iglesia, según los principios del Evangelio concluye el Papa (276-278).

Paz, justicia e instituciones sólidas ¿Por qué es importante?

Como destacan los expertos, los conflictos, la inseguridad, las instituciones débiles y el acceso limitado a la justicia continúan suponiendo una grave amenaza para el desarrollo sostenible. En este sentido, el número de personas que huyen de las guerras, las persecuciones y los conflictos superó los 70 millones en 2018, siendo ésta la cifra más alta registrada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en casi 70 años.

En 2019, las Naciones Unidas registraron 357 asesinatos y 30 desapariciones forzadas de defensores de los derechos humanos, periodistas y sindicalistas en 47 países en todo el mundo. Por otro lado, los nacimientos de alrededor de uno de cada cuatro niños en todo el mundo con menos de 5 años nunca se registran de manera oficial, hecho que les priva de una prueba de identidad legal, que es crucial para la protección de sus derechos y para el acceso a la justicia y a los servicios sociales.

¿Sabías que el poder judicial y la policía se encuentran entre las instituciones más afectadas por la corrupción? El costo anual que supone la corrupción, el robo y la evasión impositiva para los países en desarrollo alcanza los 1,26 billones de dólares. Datos que invitan a la reflexión. Y si seguimos atendiendo a las cifras, conocemos que se ha registrado el nacimiento del 73% de los niños menores de 5 años, pero sólo el 46% del África subsahariana ha contabilizado oficialmente su nacimiento. Asimismo, se calcula que aproximadamente 28,5 millones de niños en edad escolar no asisten a la escuela porque viven en áreas afectadas por conflictos.

El estado de derecho y el desarrollo tienen una interrelación significativa y se refuerzan mutuamente, por lo que es esencial para el desarrollo sostenible a nivel nacional e internacional. A fin de avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -indican los expertos- “necesitamos instituciones públicas eficaces e inclusivas que puedan proporcionar educación y asistencia sanitaria de calidad, aplicar políticas económicas justas y brindar una protección inclusiva del medio ambiente”.

En este sentido, desde CEU Andalucía, somos conscientes de esta realidad, y apostamos -desde nuestra labor educativa- por construir sociedades pacíficas y justas. Juntos podemos ayudar a mejorar las condiciones para lograr una vida digna para todos, puesto que la falta de acceso a la justicia implica que los conflictos quedan sin resolver y que las personas no pueden obtener ni protección ni reparación. Las instituciones que no funcionan con arreglo a la ley son propensas a la arbitrariedad y al abuso de poder, y tienen menos capacidad para prestar servicios públicos para todos.

Además, la violencia afecta a la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños, así como a su capacidad para prosperar. Para lograr la paz, la justicia y la inclusión, es importante que los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades trabajen juntos para poner en práctica soluciones duraderas que garanticen la consecución de estos fines.

Respuesta al COVID-19

Atendiendo al cumplimiento de este objetivo, y a la situación actual en la que nos encontramos provocada por la pandemia del COVID-19, los expertos aseguran que los derechos humanos son cruciales para dar forma a la respuesta a la pandemia. “Si respetamos los derechos humanos en estos momentos de crisis, construiremos soluciones más efectivas e inclusivas para la emergencia de hoy y la recuperación de mañana”.

En este sentido, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha instado a los Gobiernos a que sean transparentes, sensibles y responsables en su respuesta al COVID-19 y que garanticen que cualquier medida de urgencia sea legal, proporcionada, necesaria y no discriminatoria. “La mejor respuesta es aquella que es proporcional a las amenazas inmediatas, al mismo tiempo que protege los derechos humanos y el estado de derecho”. Ha exigido un alto el fuego a nivel mundial en un intento de que las partes enfrentadas en todo el mundo depongan sus armas “en apoyo a una batalla más grande contra la pandemia del COVID-19”.

Metas para 2030

El Objetivo 16 de los ODS establece unas metas importantes, en línea con su actuación. Entre ellas destaca reducir significativamente todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en todo el mundo. Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura.

Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos, así como reducir significativamente las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de los activos robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada.

Afirma el texto oficial que se debe lograr reducir considerablemente la corrupción y el soborno en todas sus formas, y crear a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes; además de garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades. También es importante ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernanza mundial, y proporcionar acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el registro de nacimientos.

Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales es también un aspecto fundamental a lograr de aquí a 2030. Hay que fortalecer las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación internacional, para crear a todos los niveles, particularmente en los países en desarrollo, la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia, así como promover y aplicar leyes y políticas no discriminatorias en favor del desarrollo sostenible.

Con estas iniciativas y propuestas trabajadas trasversalmente, la Fundación San Pablo CEU Andalucía se convierte en una institución sostenible que contribuye a conseguir los objetivos de la Agenda 2030 con su apuesta por una comunidad CEU respetuosa con el medio ambiente y al servicio del hombre y de toda la sociedad.